16 jul 2012

MIS PRIMERAS EMBARCACIONES Y "SINGLADURAS"


MI PIRAGUA ARTESANAL DE LONA

Siendo yo adolescente, tendría 14 años, un día me puse a construir en la casa de verano de mis padres en Fiobre, una aldea a unos veinte kilómetros de La Coruña, muy cercana a la playa del Pedrido, una piragua de estilo canadiense con lona impermeabilizada por fuera con aceite de linaza, embreada por dentro y con un armazón de listones de eucalipto doblados al fuego.

Con esa piragua casera me pasé un par de veranos navegando por la ría de Betanzos y sus playas, calas y marismas, acampando y durmiendo unas veces sobre los arenales de Ponte do Porco, en ocasiones en las márgenes del río Mandeo en dónde se celebran los tan conocidos Caneiros de Betanzos, y otras sobre las hierbas del parque del por aquél entonces tranquilo y abandonado pazo de Mariñán.

MI PEQUEÑO CATAMARAN PLAYERO


A los 16 años y en vista de mi afición la mar mis padres me compraron un pequeño catamarán playero modelo Aquacat con el que al fin pude navegar ya rapidamente por las rías de Sada, Miño y Puentedeume, aunque eso sí, llevando todas mis pertenencias en una bolsa impermeable atada a un mamparo porque ése modelo de catamarán volcaba cada dos por tres.


Con él continué conociendo las rías y haciendo mis acampadas durante los veranos hasta que un hermano mío lo estrelló contra unas rocas y nunca mas catamarán fué.


MI PRIMER MINI VELERO, EL "VOLVORETA"


A los 18 años y por haber ingresado en la Academia Militar de Zaragoza me compraron un mini velero sin motor, el "Volvoreta", era un bonito y estilizado velerito de color blanco y amarillo de 4,20 metros de eslora con una pequeña cabina en la que al menos podía guardar y llevar mis pertenencias sin riesgo de que se empapasen en cada navegación.

Con él continué navegando por las rías de Sada, Miño y Puentedeume acampando en muchas de sus preciosas playas y calas pero sobre todo en Rio Castro, entre Redes y Cabañas, y muchísimas veces en la por aquél entonces muy resguardada, con manantial de agua y todavía virgen cala de La Higuera situada enfrente de la isla de La Carboeira, adónde me desplazaba nadando a coger percebes, a practicar pesca submarina, y cuándo las muy agresivas gaviotas me lo permitían a tumbarme en su cima sobre los comodísimos colchones de largas y suaves hierbas.

MI PRIMER VELERO CON MOTOR INTERIOR

A principios de los 70 estando yo ya trabajando en Olivetti me compré un Arcoa 520 cabinado de color blanco y azul, mitad motora mitad velero, el cuál me permitió ya cuándo las condiciones de la mar y el viento lo permitían extender mi radio de navegación hasta las rías de Ferrol y La Coruña.

Recuerdo que en una ocasión, navegando con mi amiga Almudena San Juan desde La Coruña a Sada el viento comenzó a arreciar, y ya a punto de doblar el islote de La Marola por su cara interior oímos un estruendoso crac-crac-crac y vimos cómo iban saltando uno a uno los remaches de plástico que unían casco y cubierta y cómo ésta comenzó a levantarse separándose del casco de la embarcación. Arrié la vela mayor que debido al fuerte viento era la causante de todo, el mástil iba anclado sobre la cubierta, y así pudimos continuar nuestra singladura a motor hasta Sada sin mayores problemas.