A mediados de febrero de 1981 en el trascurso de mi vuelta a Sudamérica entré desde el sur de Ecuador al norte de Perú por la provincia costera de Tumbes sin esperar demasiado de ésta región, la cuál me sorprendió por sus tranquilas y agradables playas, por la belleza de sus manglares, pero sobre todo por algo que ignoraba de la historia española en Sudamérica y es que fue en ésta provincia, en la conocida como Caleta de Cruz Pizarro, muy cerca de Tumbes, en dónde Francisco Pizarro inició en 1532 la conquista del Perú.
Desde Puerto Pizarro emprendí por la costa mi ruta hacia el sur deteniéndome primero en las hermosas playas de arena blanca de la muy agradable Máncora y luego en las de Talara ideales para el surf, y ya llegado a Paita, el principal puerto del norte de Perú, disfruté de su enorme playa Esmeralda de mas de veinte kilómetros de largo con sus casas sobre pilotes de madera antes de visitar la ciudad de Piura, la primera ciudad fundada por los españoles en Perú, con su hermosa Catedral y su ajardinada Plaza de Armas.
Regresando hacia el mar en dirección suroeste atravesé el desierto de Sechura para llegar a la reserva costera del cabo Illescas con sus algarrobos y sus grandes colonias de flamencos rosa, tortugas, lobos marinos, pinguinos de Humboldt, etc. antes de continuar hacia la región de Lambayeque y la ciudad de Chiclayo con su hermosa Catedral y su verde Parque Principal, todo ello enclavado ya en el antiguo territorio de los "Moche ó Mochicas"(*) y siglos mas tarde de los "Chimú"(*), ambos anteriores a la conocida civilización "Inca".
Luego de unos días visitando las pirámides truncadas de Sipán (aún no habían sido descubiertas las tumbas reales "Moche" con sus esqueletos cubiertos de oro ni la tumba del llamado "Señor de Sipán" con sus ropas guerreras y su pectoral de oro), así como los complejos arqueológicos de Huaca Chotuna con sus bajorelieves con aves, peces y serpientes bicéfalas, y el muy extenso complejo de Túcume con los restos de sus murallas, plazas y edificios monumentales, ambos ya de la posterior civilización "Chimú", continué mi viaje siempre al sur hacia Pacasmayo y mas tarde hacia Huanchaco, muy cerca ya de la histórica ciudad de Trujillo.
En las playas de Huanchaco de donde es originario el famoso "ceviche" peruano me llevé una muy agradable sorpresa y fué el descubrir y poder navegar en sus esbeltos "caballitos de mar" (**) confeccionados con la "totora" (una especie de juncos) que crece en sus cercanos pantanos, y con los cuáles todavía hoy en día los pescadores de la zona se adentran muchas millas en el océano Pacífico para pescar. Muy cerca de allí me esperaba otra gran sorpresa, las enormes ruinas de la gran ciudad amurallada de Chan Chan de unos 20 kilómetros cuadrados de superficie construida por los "Chimú", la ciudad de adobe mas grande de toda Latinoamérica con sus enormes murallas de mas de doce metros de alto y cinco metros de espesor, sus enormes aljibes y los muros interiores de sus diez ciudadelas decorados con llamativos altorrelieves de peces, pelícanos, olas, redes, etc.
Ya en la histórica y alegre ciudad de Trujillo fundada por Diego de Almagro en 1534, hoy capital cultural de Perú, me detuve un par de días para descansar y pasear tranquilamente por su bonito centro histórico con su emblemática Plaza de Armas, su gran Catedral, el monumento a la Libertad, la iglesia y monasterio del Carmen, el alegre paseo Pizarro, el lujoso palacio Itúrregui, etc., así como visitando sus cercanas "huacas" (pirámides sagradas) del Sol y de la Luna con sus murales y relieves, antes de continuar hacia Lima, la capital de Perú, parando en la industriosa y poco atractiva ciudad de Chimbote sólo para dormir.
En Lima "la capital de los reyes" fundada por Francisco Pizarro en 1535 estuve tan sólo dos días visitando lo principal de la ciudad, el centro histórico con su Plaza Mayor y su Catedral, los conventos de San Francisco y de Santo Domingo, el monasterio de las Nazarenas, etc. así como los museos de Arte Precolombino y el Arqueológico Rafael Larco con sus impresionantes colecciones de objetos de oro y plata y objetos eróticos de la época precolombina, tomando luego allí el llamado "tren del oxígeno" (suprimido no se porqué años después) camino de Huancayo, ya en el altiplano peruano, para iniciar allí la siguiente, sorpresiva y peligrosa etapa de mi recorrido por Perú.
(*) La avanzada civilización "Moche ó Mochica" habitó toda la región de Lambayeque en el norte de Perú entre los siglos I y VII d.c., sucediéndoles luego los "Chimú" desde el siglo VIII al siglo XIV d.c., y posteriormente los "Incas". Tanto los "Moche" como los "Chimú" eran expertos orfebres y constructores de canales de riego convirtiendo parte su desértico territorio en un verdadero vergel.
(**) Los llamados "caballitos de mar" de Huanchaco provenientes de las civilizaciones "Moche" y "Chimú" tienen forma de "kayak" con la proa muy larga, afilada y levantada y son mucho mas marineras y esbeltas que las tan conocidas "canoas" del lago Titicaca y algunas otras embarcaciones similares del delta del Nilo en Egipto construidas asimismo con largos tallos de "totora" entrelazada.
Desde Puerto Pizarro emprendí por la costa mi ruta hacia el sur deteniéndome primero en las hermosas playas de arena blanca de la muy agradable Máncora y luego en las de Talara ideales para el surf, y ya llegado a Paita, el principal puerto del norte de Perú, disfruté de su enorme playa Esmeralda de mas de veinte kilómetros de largo con sus casas sobre pilotes de madera antes de visitar la ciudad de Piura, la primera ciudad fundada por los españoles en Perú, con su hermosa Catedral y su ajardinada Plaza de Armas.
Regresando hacia el mar en dirección suroeste atravesé el desierto de Sechura para llegar a la reserva costera del cabo Illescas con sus algarrobos y sus grandes colonias de flamencos rosa, tortugas, lobos marinos, pinguinos de Humboldt, etc. antes de continuar hacia la región de Lambayeque y la ciudad de Chiclayo con su hermosa Catedral y su verde Parque Principal, todo ello enclavado ya en el antiguo territorio de los "Moche ó Mochicas"(*) y siglos mas tarde de los "Chimú"(*), ambos anteriores a la conocida civilización "Inca".
Luego de unos días visitando las pirámides truncadas de Sipán (aún no habían sido descubiertas las tumbas reales "Moche" con sus esqueletos cubiertos de oro ni la tumba del llamado "Señor de Sipán" con sus ropas guerreras y su pectoral de oro), así como los complejos arqueológicos de Huaca Chotuna con sus bajorelieves con aves, peces y serpientes bicéfalas, y el muy extenso complejo de Túcume con los restos de sus murallas, plazas y edificios monumentales, ambos ya de la posterior civilización "Chimú", continué mi viaje siempre al sur hacia Pacasmayo y mas tarde hacia Huanchaco, muy cerca ya de la histórica ciudad de Trujillo.
En las playas de Huanchaco de donde es originario el famoso "ceviche" peruano me llevé una muy agradable sorpresa y fué el descubrir y poder navegar en sus esbeltos "caballitos de mar" (**) confeccionados con la "totora" (una especie de juncos) que crece en sus cercanos pantanos, y con los cuáles todavía hoy en día los pescadores de la zona se adentran muchas millas en el océano Pacífico para pescar. Muy cerca de allí me esperaba otra gran sorpresa, las enormes ruinas de la gran ciudad amurallada de Chan Chan de unos 20 kilómetros cuadrados de superficie construida por los "Chimú", la ciudad de adobe mas grande de toda Latinoamérica con sus enormes murallas de mas de doce metros de alto y cinco metros de espesor, sus enormes aljibes y los muros interiores de sus diez ciudadelas decorados con llamativos altorrelieves de peces, pelícanos, olas, redes, etc.
Ya en la histórica y alegre ciudad de Trujillo fundada por Diego de Almagro en 1534, hoy capital cultural de Perú, me detuve un par de días para descansar y pasear tranquilamente por su bonito centro histórico con su emblemática Plaza de Armas, su gran Catedral, el monumento a la Libertad, la iglesia y monasterio del Carmen, el alegre paseo Pizarro, el lujoso palacio Itúrregui, etc., así como visitando sus cercanas "huacas" (pirámides sagradas) del Sol y de la Luna con sus murales y relieves, antes de continuar hacia Lima, la capital de Perú, parando en la industriosa y poco atractiva ciudad de Chimbote sólo para dormir.
En Lima "la capital de los reyes" fundada por Francisco Pizarro en 1535 estuve tan sólo dos días visitando lo principal de la ciudad, el centro histórico con su Plaza Mayor y su Catedral, los conventos de San Francisco y de Santo Domingo, el monasterio de las Nazarenas, etc. así como los museos de Arte Precolombino y el Arqueológico Rafael Larco con sus impresionantes colecciones de objetos de oro y plata y objetos eróticos de la época precolombina, tomando luego allí el llamado "tren del oxígeno" (suprimido no se porqué años después) camino de Huancayo, ya en el altiplano peruano, para iniciar allí la siguiente, sorpresiva y peligrosa etapa de mi recorrido por Perú.
(*) La avanzada civilización "Moche ó Mochica" habitó toda la región de Lambayeque en el norte de Perú entre los siglos I y VII d.c., sucediéndoles luego los "Chimú" desde el siglo VIII al siglo XIV d.c., y posteriormente los "Incas". Tanto los "Moche" como los "Chimú" eran expertos orfebres y constructores de canales de riego convirtiendo parte su desértico territorio en un verdadero vergel.
(**) Los llamados "caballitos de mar" de Huanchaco provenientes de las civilizaciones "Moche" y "Chimú" tienen forma de "kayak" con la proa muy larga, afilada y levantada y son mucho mas marineras y esbeltas que las tan conocidas "canoas" del lago Titicaca y algunas otras embarcaciones similares del delta del Nilo en Egipto construidas asimismo con largos tallos de "totora" entrelazada.